Me gusta pensar en Dios como "El Maestro del Disfraz" porque Él puede tomar el aspecto que Él desee y nosotros, la mayoría de las veces ni lo notamos. Puede estar allí, acariciándonos y consolándonos en la forma de mamá; escuchándonos pacientemente en la figura de un maestro; prestándonos su ayuda milagrosa bajo la apariencia de un desconocido... Se disfraza de árbol que nos refresca con su sombra librándonos del sol implacable; de hermano mayor que nos defiende, de amigo que nos perdona... El siempre esta ahí... siempre.
martes, 13 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
hola...
sta buena la rooLa =)
y el ambiente se ve chidO
aios...
hola anonimo.
Gracias por pasar!
Es una de mis alabanzas preferidas. Me llega al corazon.
see.. sta padre!
cual otra me recomiendas? que como dices tu: llegue al cOrazon!
jeje saludos...
Respuesta a anonimo:
La de arriba...
Publicar un comentario