En las canchas de mi colonia, en donde me ejercito, uno puede encontrarse con cosas muy interesantes durante su recorrido diario:
Refrescantes riachuelos que se forman después de un aguacero (con su respectiva población de insectos hematófagos),
Abundante vegetación que cubre las veredas haciendo imposible el paso en algunos tramos (eso, la verdad es una cosa preciosa, pero...en una cancha deportiva?),
Cables telefónicos o de televisión por cable que cuelgan graciosamente a la altura del cuello de los corredores ("favor de bajar la velocidad antes de llegar a ellos", debería alertar un letrero),
Basura (ah, sí, sí...!),
Y cacas de perro. Qué? Cacas de perro? Imposible!
-Oye, traes una bolsa para que recojas la popó de tu perro, porque aquí seguido dejan su regalito y 'ai lo andamos pisando los que venimos a correr acá.
-No, pero ahorita lo rejunto...
tic, tac...
tic, tac...
tic, tac...
tic, tac...
tic, tac...
tic, tac...
tic, tac...
Oh! Un fósil!
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2 comentarios:
Huuuy! hace dias me entere (por medio de Lolita)que esto de las cacas de perro es un problema muy serio en Paris; o sea, es cosa comun que estos animalitos dejen sus pegotes donde les pega la gana y el servivio de limpieza los recoge diariamente por toneladas! (16 diarias creo; si no escuche mal...). Y recien me entero que en otras partes de Europa es el mismo caso; como en España...Pero aunque en Mexico no son tan escandalosas las cifras, eso no me consuela.
jajajajaja te felito muy buena observacion y buen trabajo por tu blogger ok bye bye
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